1. La reducción moderna del conocimiento al pensamiento lógico
En muchas culturas contemporáneas, especialmente en contextos educativos y científicos, el acto de conocer ha sido estrechamente vinculado con el pensamiento racional, lógico y discursivo. Se cree que quien piensa bien, razona con claridad y deduce correctamente, conoce. Sin embargo, esta visión es limitada.
Pensar o razonar es solo una modalidad del conocer. Es una herramienta dentro de un espectro mucho más amplio que incluye formas intuitivas, sensoriales, emocionales, corporales, simbólicas y experienciales de adquirir y manifestar conocimiento.
2. Modos de conocimiento más allá del pensamiento racional
a) Conocimiento intuitivo
Surge sin un proceso lógico consciente. A menudo aparece como un “saber sin saber por qué”. Es crucial en la creatividad, la toma de decisiones rápidas y el arte. Einstein mismo reconocía el valor de la intuición en la ciencia.
b) Conocimiento emocional
Comprender una situación a través de lo que sentimos. Por ejemplo, cuando sentimos que alguien está triste, incluso si no lo expresa con palabras. La empatía, por ejemplo, es una forma de conocer que no pasa por el razonamiento formal.
c) Conocimiento sensorial y corporal
Los sentidos nos proporcionan un saber directo del mundo: la textura de una superficie, el calor de un abrazo, el ritmo de una melodía. Los bailarines, deportistas o artesanos poseen un conocimiento corporal que no puede explicarse solo con conceptos.
d) Conocimiento simbólico y mitológico
A través de imágenes, metáforas, símbolos y relatos, las culturas han transmitido sabiduría durante siglos. Este conocimiento no siempre se razona: se vive, se interpreta, se siente.
3. Conocer es integrar
Conocer no es solo procesar datos o aplicar lógica. Es integrar distintas capas de experiencia, memoria, percepción, emoción, intuición y pensamiento. Una persona que solo razona pero no siente, no observa, no intuye, no conecta con otros, no conoce plenamente.
4. Ejemplo práctico: conocer a una persona
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Pensar sobre alguien es analizar lo que dice, sus acciones, sus palabras.
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Razonar es inferir motivaciones o consecuencias de sus actos.
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Pero conocer a alguien incluye compartir tiempo, captar su tono, su mirada, su energía, empatizar, recordar vivencias juntos… Algo que no se reduce a razonamientos.
Incluso se puede conocer a alguien profundamente sin poder explicarlo con palabras.
5. El peligro de confundir pensar con conocer
Reducir el conocimiento al pensamiento racional puede llevar a:
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Sobrevalorar lo cuantificable y subestimar lo vivencial.
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Marginar saberes ancestrales, espirituales o artísticos.
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Creer que quien no argumenta bien no sabe, cuando puede tener una comprensión profunda que no pasa por el discurso lógico.
6. Conclusión
Conocer es una experiencia total que involucra el cuerpo, la emoción, la intuición, la cultura, la memoria y el pensamiento. Pensar y razonar son herramientas valiosas, pero limitadas. Cuando confundimos el mapa (el razonamiento) con el territorio (el conocimiento), empobrecemos nuestra relación con la realidad.
Por eso, conocer es un acto más amplio, profundo y humano que simplemente pensar o razonar.