"La vida humana es eminentemente vida psicológica"


La vida humana no se reduce al simple transcurso físico de nuestros días, sino que está profundamente determinada por nuestra percepción, emociones, pensamientos y experiencias internas. Nuestro mundo no es únicamente el exterior que vemos o tocamos, sino sobre todo el interior que interpretamos y sentimos. Vivimos en universos psicológicos individuales donde las mismas circunstancias pueden vivirse como radicalmente diferentes según la mente que las percibe. Somos lo que pensamos, sentimos, tememos y deseamos. Por tanto, la verdadera realidad humana es eminentemente psicológica, construida continuamente en el interior de nuestra conciencia.