1. Introducción conceptual
Esta frase plantea una visión neurobiológica de los procesos mentales de la memoria, simplificándolos en dos operaciones complementarias: codificación y decodificación. La memoria deja de ser una caja negra para revelarse como un sistema dinámico de traducción entre la realidad y la estructura cerebral.
2. Codificación sináptica del entorno consciente
Memorizar implica traducir lo que percibimos conscientemente en cambios físicos y químicos en el cerebro, especialmente a nivel de las sinapsis. Esta codificación no es neutra: lo que recordamos depende de lo que prestamos atención, de nuestras emociones en ese momento y del contexto. Es decir, no memorizamos la realidad, sino una versión sináptica subjetiva de ella.
En esta fase, el entorno es "esculpido" en el cerebro mediante conexiones neuronales reforzadas por experiencias significativas.
3. Decodificación sináptica de lo memorizado
Recordar es el proceso inverso: recuperar esas configuraciones sinápticas y reconstruir mentalmente la experiencia original. Pero aquí aparece una paradoja: no recordamos lo que vivimos, sino lo que el cerebro fue capaz de almacenar y reinterpretar. La decodificación no es exacta, sino reconstructiva.
La memoria, por tanto, no es una reproducción, sino una reinterpretación activa basada en la red sináptica actual y en nuestro estado mental del presente.
4. Implicaciones filosóficas
- La realidad subjetiva está moldeada por las sinapsis.
- La identidad personal se configura mediante lo que se recuerda, y por tanto por cómo se decodifica el pasado.
- La memoria es creativa, no pasiva.
5. Aplicaciones y resonancias
- En educación: aprender es reprogramar sinapsis, no solo adquirir información.
- En terapia: al recordar, podemos reconstruir el significado de nuestras vivencias pasadas.
- En inteligencia artificial: replicar la memoria humana exige sistemas de codificación y decodificación dinámica, no solo almacenamiento.