La universidad en la UVI: entre crisis y reinvención

Artículo inspirador 

Durante gran parte del siglo XX, la universidad fue un motor de igualdad: accesible, pública y garante de movilidad social. Hoy, ese modelo se tambalea. El artículo “La universidad en la UVI” describe un deterioro acumulado: recortes, precariedad docente, envejecimiento del profesorado y desconexión con la sociedad.

El diagnóstico no es exclusivo de España. Un especial de Nature advierte que en todo el mundo las universidades viven presiones financieras, políticas y tecnológicas. La pregunta es la misma: ¿para qué existe la universidad en el siglo XXI?

El riesgo más grave es la irrelevancia. Una institución que se limite a reproducir burocracias o a perseguir métricas corre el peligro de ser sustituida por plataformas privadas más ágiles. Pero reducir la cuestión a la competencia sería un error: lo esencial es la erosión del vínculo entre conocimiento y sociedad.

La universidad está atrapada entre dos fuerzas: la presión política que recorta su autonomía y la presión social que exige innovación. Si no reacciona, quedará condenada a administrar su propio declive.

Sin embargo, la crisis puede abrir una oportunidad: reimaginar la universidad como un espacio de pensamiento crítico, creatividad y compromiso social, más allá del cálculo inmediato del mercado o la política. Recordar su esencia —ser un lugar de búsqueda y ampliación de lo humano— podría ser también la clave de su futuro.